Gato elevador para todos los vehículos

Gato para el coche: consejos y guía de compra

La función del gato de coche es levantar objetos muy pesados, en nuestro caso vehículos, y son especialmente útiles cuando queremos cambiar una pieza o revisar los bajos del coche. Existen diferentes tipos de gatos para coche y, por ello, deberemos tener en cuenta cuáles son nuestras necesidades para elegir el adecuado.

Tipos de gatos de coche

Dependiendo del sistema de accionamiento, encontramos dos tipos de gatos de coche:

1. Gato tijera: pensado para coches poco pesados y para operaciones sencillas, pueden elevar unos 38 centímetros un vehículo de hasta 1500 kilos. Este tipo de gato de coche es el adecuado cuando queremos cambiar una rueda, por ejemplo.
2. Gato hidráulico: este es el que proporciona una elevación segura y soporta hasta 200 kilos. El gato hidráulico está basado en el principio de Pascal, es decir, aprovecha el efecto del reparto uniforme de la presión a través de un fluido que se encuentra encerrado.
3. Caballetes: se pueden colocar en diferentes lugares del coche y nos permiten colocarnos debajo del vehículo para proceder a cualquier reparación o revisión. La elevación máxima de los caballetes de coche es de 43 centímetros para vehículos de hasta dos o tres toneladas, dependiendo del caballete.

Consejos de seguridad con el gato de coche

Antes de usar cualquiera de los anteriores sistemas de elevación, debemos prestar atención a lo siguiente:

1. Seguir las instrucciones del fabricante.
2. No exceder la capacidad de carga que indique el fabricante.
3. Si usamos un gato y necesitamos hacer una reparación debajo del coche, nunca se debe trabajar bajo el coche.
4. Asegurar el coche antes de proceder a la elevación.