Selección a través del catálogo de vehículos
La mayoría de los vehículos de los años 80 en adelante están equipados con avanzados motores de inyección electrónica de combustible que sustituyen al carburador. Una parte esencial de este sistema es el bloque de la boquilla con la válvula de inyección. La boquilla se utiliza para inyectar combustible en la cámara de combustión de los motores. Ayuda a influir en el rendimiento del motor, las emisiones de escape y el comportamiento del ruido. Para cada cilindro del motor hay una boquilla de inyección en la culata. Un bloque de boquillas consiste en un portainyector o portaboquila, una boquilla de inyección y varias piezas más pequeñas como un resorte y el pasador de presión. Hay diferentes tipos de portainyector o bloque de boquillas:
La función básica de una válvula de inyección es suministrar combustible al motor. El inyector rocía combustible a través de una boquilla en el cilindro del motor para que el proceso de combustión pueda comenzar. El combustible debe ser entregado en el momento adecuado, en la cantidad adecuada y con la presión correcta. La unidad de control del motor, el cerebro de un vehículo moderno, suele utilizar un sensor de movimiento de la aguja para regular la cantidad y la sincronización correctas de la inyección de combustible. Un sensor de movimiento de aguja o sensor de movimiento de aguja es un sensor electromagnético usado en inyectores de movimiento hidráulico. Regula el inicio de la inyección de combustible por medio de impulsos eléctricos para producir la mezcla correcta de aire y combustible.
Si se realiza un mantenimiento regular de las boquillas de inyección, normalmente hay pocos problemas. Sin embargo, ocasionalmente pueden ensuciarse, obstruirse o incluso fallar por completo. Si uno o más de los inyectores se dañan, es posible que el motor ya no pueda ofrecer el rendimiento esperado. Un inyector defectuoso impide que se inyecte combustible en el motor o no lo suministra en el momento adecuado. En ambos casos, el vehículo ya no funciona correctamente o ya no se puede conducir.
Los síntomas más comunes de un inyector defectuoso son los siguientes:
Las boquillas de inyección, por desgracia, no duran para siempre, pero tomando ciertas medidas la vida de las boquillas puede ser extendida. Se debe limpiar el portainyector cada 50.000 kilómetros. Esto evitará que las boquillas se obstruyan. Para casos muy sucios, el mantenimiento profesional en el taller es absolutamente necesario. Normalmente, una limpieza a fondo es suficiente para que las válvulas de inyección vuelvan a funcionar. Sin embargo, también puede ocurrir que el equipo falle completamente y que haya que reemplazar toda la pieza. Lo mejor es contactar con un mecánico competente que pueda llevar a cabo la reparación.
Dependiendo de la marca y el modelo, el portainyerctor debe coincidir exactamente con el motor de su vehículo. En DAPARTO, puedes filtrar fácilmente por modelo de coche y buscar una buena oferta de portainyector. Compara precios de marcas como Bosch y ahorra en recambios.