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El guardabarros, como parte de la carrocería de un vehículo, tiene la tarea de cubrir las ruedas del vehículo para no poner en peligro a otros usuarios de la carretera. Ten en cuenta que la legislación de tráfico indica que las ruedas de un vehículo no pueden sobresalir de la carrocería y que estas deben estar cubiertas. Además, los guardabarros evitan que los siguientes usuarios de la vía pública se vean obstruidos al evitar que el agua de lluvia o las partículas de suciedad se arremolinen
Entre los daños más evidentes en el guardabarros del coche encontramos los arañazos o abolladuras, aunque en los coches más antiguos también puede presentarse óxido en el guardabarros. Debido al contacto constante con el agua, la suciedad y, por ejemplo, la sal de la carretera durante los meses de invierno, el guardabarros debe ser un componente especialmente resistente en el vehículo. Para evitar la corrosión, desde DAPARTO aconsejamos usar de forma regular un spray anticorrosión para mantener el guardabarros correctamente.
Instalar un guardabarros es un proceso para el que se puede dedicar entre 30 y 40 minutos en el caso de los más expertos de mecánica. Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, se necesitará un gato hidráulico, aparte del material habitual como un destornillador de estrella y una llave para las tuercas de las ruedas. En muchos modelos, como en el caso del Hyundai i30, para proceder a cambiar el guardabarros trasero, será necesario quitar las ruedas. En un principio, para instalar el guardabarros delantero, no necesitarás quitar las ruedas.
Los principales fabricantes de guardabarros en el mercado independiente de recambios son Schlieckmann, Prasco, Van Wezel y Johns.