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Si el coche no responde correctamente al acelerar, te resulta difícil cambiar de marcha y/o el cambio de marchas se atasca habitualmente, podría ser que el embrague esté gastado o defectuoso. ¿Cómo puedes comprobarlo? ¿Es peligroso conducir cuando el embrague está roto?
En primer lugar, debes saber qué función tiene el embrague. Para poder arrancar o cambiar de marcha, es necesario desconectar brevemente la fuerza de rotación del motor de la transmisión y volver a conectarla después de cambiar de marcha. El conductor realiza esta separación y conexión pisando primero el pedal del embrague para arrancar o cambiar de marcha y luego lo suelta lentamente de nuevo. Si el embrague está roto, gastado o mal ajustado, esta sincronización motor-transmisión no funcionará correctamente. Los efectos no sólo son molestos, sino que también suponen un peligro para la seguridad en el vehículo. Por esta razón, si se presentan indicios de un embrague gastado o roto, hay que tomárselo muy en serio.
Si algo va mal en el embrague, se puede reconocer por los siguientes síntomas:
Si se dan una o más señales de las indicadas anteriormente, no tardes en inspeccionar tu coche.
Puedes comprobar fácilmente el estado del embrague de tu coche:
Si el motor se detiene, la transmisión del embrague funciona y probablemente esté bien. Pero si el coche no se detiene, el embrague resbala o se oyen los ruidos de rechinar o hay tirones del pedal de embrague ("plucks"), es seguro que hay un problema con el embrague, por ejemplo:
Hay errores en la conducción que influyen en el desgaste de las piezas individuales del embrague. A menudo, muchos de estos los hacemos inconscientemente:
Un kit de embrague nuevo cuesta entre 80 y 400 euros dependiendo del modelo de vehículo. Por el cambio en el taller se suele cobrar entre 200 y 500 euros. Si sólo se ha roto el cable del embrague, saldrá mucho más barato: unos 30 euros por el cable y otros 30 a 50 euros por la mano de obra en el taller. Si el cable está simplemente suelto, el ajuste cuesta unos 10 a 15 euros. Si tienes los conocimientos necesarios, también puedes hacer la reparación tú mismo, pero necesitarás una plataforma elevadora y herramientas especiales. En algunos casos ayuda purgar el embrague.
Si el embrague está averiado, el cambio de marchas es más complicado y el coche no arranca correctamente. Si un purgado del embrague no ayuda, se deberá cambiar el embrague. Te describimos como hacerlo y cuánto cuesta la sustitución del embrague en un taller.
Te darás cuenta de que el embrague está roto si resbala, es lento, llega demasiado tarde o se levanta al conducir. También pueden producirse ruidos inusuales durante el funcionamiento del embrague. A veces ayuda purgar el embrague.
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El cambio de embrague requiere un alto nivel de experiencia, por lo que no debe hacerlo ningún aficionado. En un taller multimarca, el cambio cuesta entre 200 y 500 euros, según el modelo de vehículo, incluidos los materiales, y dura entre 3 y 6 horas.
Las siguientes instrucciones describen el procedimiento general para cambiar el embrague y no abordan las diferencias específicas del vehículo.
Nuestro consejo: se debe cambiar el embrague siempre completo con el cojinete de empuje y el plato de presión, no sólo el disco de embrague.
Consideraciones
Equipamiento
Instrucciones
A diferencia de muchas otras reparaciones del coche, la sustitución del embrague requiere un alto nivel de experiencia y no la deben hacer los aficionados. Si compras kit de embrague nuevo y lo llevas al taller, podrás ahorrar mucho dinero.
En un taller independiente, el cambio cuesta entre 200 y 500 euros, incluidos los materiales, y dura entre 3 y 6 horas.
Los síntomas típicos de un defecto en el embrague son ruidos inusuales, lentitud, un sonido de picado, el embrague se retrasa, rechina o patina.
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Mientras el embrague no esté completamente defectuoso y esté al borde del límite de desgaste, puedes seguir conduciendo. Si el régimen del motor aumenta drásticamente al arrancar y el vehículo acelera sólo con un fuerte retardo, debes acudir directamente a un taller.
El embrague resbala o rechina, está rígido (no se separa correctamente), llega tarde o se suelta al acoplarse.
Si el embrague chirría, traquetea o silba, puede ser porque el pedal del embrague o el cojinete de desembrague no están suficientemente lubricados con grasa. Las piezas sueltas o dañadas también pueden causar ruido.
Sí, probarlo es fácil, pero la reparación requiere conocimientos y equipo especial.
A veces ayuda purgar o sangrar el embrague. Si los fallos se deben al desgaste, se debe cambiar el kit de embrague. Si solo se ha aflojado el cable del embrague, a menudo basta con reajustarlo o sustituirlo a un precio razonable.
En el taller, el intercambio con la pieza de repuesto cuesta entre 280 y 900 euros, dependiendo del modelo de vehículo y las horas de trabajo.
Si el pedal de embrague se sacude al arrancar, entonces el sistema de liberación esté probablemente roto. En este caso el se debe cambiar juego de embrague.