Mi coche consume más de lo normal, ¿cuál puede ser la razón?
Si el coche presenta un consumo de combustible alto, más alto de lo habitual, es posible que se deba a alguna avería. Pueden ser varias. Te enumeramos las causas más comunes por las que se produce un aumento del consumo en el coche.
- Razones de un consumo del coche más algo de lo habitual
- Filtro de aire obstruido
- Bujías defectuosas
- Termostato defectuoso
- Colector de admisión obstruido
- Sensor de masa de aire o medidor de flujo de aire defectuoso
- Inyector (boquilla de inyección) obstruido o con fugas
- Válvula EGR defectuosa
- Embrague magnético defectuoso en el compresor del aire acondicionado
- Pinzas y pastillas de freno atascadas
- Catalizador averiado
- Filtro de partículas diésel obstruido
- Avería en la sonda Lambda o en la sonda NOx
- Fugas en el tubo de escape
- ¿Cómo se puede reducir el consumo de combustible?
- Preguntas frecuentes
Razones de un consumo del coche más algo de lo habitual
Un consumo elevado de combustible no indica necesariamente que se haya producido una avería en el vehículo. Algunos elementos, como la calefacción de aparcamiento o el sistema de aire acondicionado, requieren mucha energía, por lo que el consumo puede ser mayor de lo habitual en invierno o en verano, en su caso. Los vehículos con tracción a las cuatro ruedas o con un convertidor de par automático suelen necesitar más gasolina o diésel, pero también una baja presión de los neumáticos o altas cargas del coche provocan un mayor consumo. En el caso de un portaequipajes, la mayor resistencia al aire se suma al peso y, por tanto, se produce un mayor consumo de combustible..
Aparte de estos tradicionales devoradores de energía, hay averías que pueden producir un mayor consumo. Por ejemplo en el sistema de admisión, de encendido y/o de escape.
Filtro de aire obstruido
Si el filtro de aire está taponado o muy sucio, se reduce el paso del aire. Como consecuencia, la mezcla de combustible y aire no se ajusta de forma óptima y aumenta el consumo de combustible hasta un 30%. Por ello, no hay que esperar a que el filtro de aire se haya obstruido obstruido del todo, sino que hay que sustituir estos elementos regularmente.
Más síntomas: el coche no tira.
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Bujías defectuosas
Las bujías pueden llenarse de hollín, aceite o acumular depósitos y el material puede acabar fundiéndose o rompiéndose. Si las bujías dejan de funcionar correctamente, se producen fallos de encendido, lo que puede hacer que la gasolina entre en el catalizador y lo dañe o que simplemente ya no sea posible seguir conduciendo. Además, el consumo de gasolina aumenta.
Otros síntomas: luz de control del motor encendida, funcionamiento entrecortado del motor, arranque lento, disminución del rendimiento, presencia de humo de escape visual, el motor se cala al ralentí, valores pobres de los gases de escape y olor a gasolina claramente perceptible.
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Cambiar las bujías es relativamente fácil y con un poco de práctica puedes hacerlo tú mismo. [Leer más].
Termostato defectuoso
El termostato regula la temperatura del agua de refrigeración para que el motor alcance rápidamente la temperatura de funcionamiento y la mantenga constante. Hay dos tipos avería en el termostato: puede que el termostato no se abra o que no se cierre. Si el termostato no se abre, existe el riesgo de que el motor se dañe por sobrecalentamiento, por lo que es mejor no seguir conduciendo en ese caso. Si el termostato ya no se cierra, el motor no se calienta correctamente, sino que permanece en la fase de calentamiento, es decir, funciona permanentemente demasiado rico y consume más combustible de lo habitual.
Otros síntomas: la luz de control del motor está encendida, la temperatura del agua de refrigeración no sube, el calentador no se calienta.
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Colector de admisión obstruido
La tarea del colector de admisión (también llamado módulo del colector de admisión) es aspirar el aire y distribuirlo a los cilindros. Dado que el aire del sistema de recirculación de los gases de escape también pasa por él mismo, el colector de admisión se coquea con el tiempo, más rápido para los conductores frecuentes que para los no frecuentes. Si el flujo de aire está restringido, la unidad de control del motor registra una pérdida de potencia e inyecta más combustible para compensar.
Otros síntomas: se enciende la luz de revisión del motor, el motor se queda sin vueltas, pierde potencia.
Limpiar el colector de admisión
Para evitar que el colector de admisión se obstruya por completo, hay que limpiarlo regularmente. [Leer más].
Sensor de masa de aire o medidor de flujo de aire defectuoso
Si el sensor de flujo de masa de aire o el medidor de flujo de aire transmite lecturas incorrectas a la unidad de control del motor, la unidad de control debe reajustar la mezcla de combustible y aire y aumenta la cantidad de combustible.
Otros síntomas: se enciende la luz de revisión del motor, el motor se queda sin vueltas, pierde potencia, fluctúa la velocidad de ralentí.
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Inyector (boquilla de inyección) obstruido o con fugas
Los inyectores garantizan la mezcla óptima de combustible y aire. Si el inyector está obstruido o tiene fugas, el motor no funcionará con suavidad al conducir y al ralentí, lo que a su vez conlleva peores valores de emisión de gases de escape y un mayor consumo de combustible. A menudo es suficiente con limpiar el inyector. La sustitución se debe realizar por parte de un profesional.
Otros síntomas: la luz de control del motor está encendida, el coche arranca mal o no arranca, el coche no tira bien, golpes metálicos al conducir, humo negro por el escape.
Limpiar el inyector (o boquilla de inyección)
Si los inyectores están obstruidos, tienen fugas o están defectuosos, no hay que esperar mucho, sino limpiarlos o cambiarlos. [Leer más].
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Válvula EGR defectuosa
La válvula EGR forma parte del sistema de recirculación de los gases de escape, que está diseñado para reducir las emisiones de los motores diésel y de gasolina quemando una parte de las emisiones de nuevo. Además, la válvula EGR ayuda a reducir el consumo de combustible. A la inversa, esto significa que en caso de un defecto, el consumo de combustible aumentará y las emisiones de escape se agravarán.
Otros síntomas: Se enciende la luz de revisión del motor, pérdida de potencia al acelerar a fondo, problemas de arranque, sacudidas al conducir, presencia de humo enr el escape.
Válvula EGR rota: síntomas y causas
Si el motor ya no tira bien, el escape echa humo, el coche da tirones y se enciende la luz de control del motor, la válvula EGR podría estar defectuosa. [Leer más].
Embrague magnético defectuoso en el compresor del aire acondicionado
Si el embrague magnético del compresor del aire acondicionado está defectuoso, el sistema de aire acondicionado no puede conectarse ni desconectarse. Si estaba encendido en el momento del defecto, seguirá funcionando y consumiendo combustible permanentemente.
Otros síntomas: el aire acondicionado no funciona o sólo lo hace parcialmente, ruidos recurrentes o persistentes como chirridos, traqueteos o rechinidos cerca de la correa del ventilador.
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Pinzas y pastillas de freno atascadas
Debido a que las pinzas de freno se atascan, las pastillas de freno presionan permanentemente sobre los discos de freno. Esto provoca un efecto de frenado permanente y, por tanto, un mayor consumo de combustible.
Otros síntomas: el coche no va tan rápido como de costumbre.
Catalizador averiado
Los catalizadores modernos tienen dos sondas lambda: una delante del catalizador y otra detrás. Si el catalizador tiene fugas y aspira aire, los valores de las sondas lambda difieren entre sí (el valor de la sonda trasera es entonces más rico en oxígeno). Si estos valores se transmiten a la unidad de control del motor, se inyecta más combustible para ajustar la mezcla de combustible y aire (el motor se vuelve rico).
Otros síntomas: la luz de control del motor empieza a brillar, el motor se queda sin vueltas, el coche pierde potencia, con diésel el escape puede empezar a echar humo.
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Filtro de partículas diésel obstruido
El filtro de partículas de hollín filtra los gases de escape para que se libere el menor número posible de partículas al medio ambiente. Si el filtro de partículas está obstruido, la contrapresión de los gases de escape aumenta. Esto hace que la unidad de control del motor registre una pérdida de potencia e inyecte más combustible para compensar.
Otros síntomas: la lámpara de control del motor se enciende, pérdida de potencia, en los vehículos más nuevos se obtiene un mensaje correspondiente en la pantalla.
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Avería en la sonda Lambda o en la sonda NOx
La sonda lambda mide el contenido de oxígeno residual en los gases de escape, la sonda NOx determina los óxidos de nitrógeno y ambas transmiten sus valores a la unidad de control del motor. Con esta información, la mezcla de combustible y aire se reajusta continuamente. De este modo, la sonda lambda y la sonda NOx contribuyen a mantener el consumo de combustible lo más bajo posible. Si están averiadas, el consumo puede aumentar.
Otros síntomas: la luz de control del motor está encendida, el ralentí es brusco cuando el motor está caliente, el coche no tira bien, en motores diésel: humo negro del escape.
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Fugas en el tubo de escape
En un sistema de escape intacto, la presión y la contrapresión están perfectamente adaptadas. Si el escape tiene fugas, la contrapresión se reduce. La unidad de control del motor informa entonces de que hay demasiado oxígeno en la mezcla de combustible y aire y aumenta el suministro de combustible, aunque esto no es realmente necesario.
Otros síntomas: traqueteos y crujidos, pérdida de potencia.
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La fórmula para calcular el consumo de combustible es: cantidad de combustible consumido en litros x 100 : distancia en kilómetros
Ejemplo: con 20 litros de combustible, podrías recorrer 280 km.
Cálculo: 20 litros x 100 : 280 km = 7,1 l / 100 km
→ El consumo fue, por tanto, de 7,1 litros a los 100 kilómetros.
Si no quieres calcular, puedes simplemente repostar el coche, luego conducir 100 km y volver a repostar. La cantidad que se llenó la segunda vez corresponde al consumo por 100 km.
¿Cómo se puede reducir el consumo de combustible?
Si el consumo elevado de combustible se debe a uno de los motivos mencionados, se debe reparar el defecto lo antes posible, ya que una avería suele provocar otras a largo plazo, suponiendo así costes elevados. Sin embargo, hay otras medidas que se pueden tomar para reducir el consumo de gasolina o diésel.
Utilizar el aceite de motor correcto
Durante la combustión se producen muchos residuos de combustión en la pared del pistón. El aceite absorbe los residuos y los transporta al filtro de aceite. Esto mantiene el motor limpio por dentro y reduce el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Respete el intervalo de cambio.
Limpiar las bujías o los calentadores
Un defecto en el sistema de encendido, por ejemplo debido a la suciedad de las bujías o de los calentadores, puede hacer que el motor deje de carburar en todos los cilindros. Esto hace que la unidad de control del motor intente compensar la pérdida de potencia con una mayor inyección de combustible. Por lo tanto, es aconsejable limpiar las bujías o calentadores sucios con un limpiador de bujías.
Conduccióan relajada en lugar de “deportiva”
Acelerar y frenar con frecuencia no sólo hace que los frenos se desgasten antes, sino que también supone un gasto innecesario de combustible. Por lo tanto, un estilo de conducción defensivo no sólo es más relajado, sino que a menudo también es más barato. Para ser aún más eficiente en la carretera, debes frenar a través del motor cuando te acerques a un semáforo en rojo o a un paso a nivel cerrado, apagar el motor cuando estés parado durante un largo periodo de tiempo y mantenerte en el rango de revoluciones más bajo cuando aceleres y cambiar a la siguiente marcha antes.
Reducir la carga y quitar la baca en su caso
Intenta no llevar cargas pesadas (compras grandes, equipo de camping, etc.) de forma innecesaria. Si tienes un cofre de techo, debes desmontarlo cuando no lo uses para mantener baja la resistencia al aire.
Neumáticos estrechos, buena presión de los neumáticos
Los neumáticos estrechos tienen menos resistencia al aire y, por tanto, contribuyen a reducir el consumo de combustible. Además, los neumáticos deben estar suficientemente inflados. Los neumáticos sin la presión adecuada pueden aumentar el consumo de combustible hasta un 10%, por no hablar de que los neumáticos mal hinchados se desgastan antes y pueden ser incluso un peligro para la seguridad.
Utilizar menos el aire acondicionado
Si abre la ventana más a menudo y dejas que el viento entre en la cabina, ahorrarás algo de energía y, por tanto, dinero.
Buena gestión del depósito de combustible
Sin combustible, no se puede andar con el coche y, al mismo tiempo, el peso de la gasolina o el diésel dificulta el avance. El combustible pesa entre 750 y 850 g por litro. Si siempre conduces en la carretera con el depósito lleno, es muy posible que estés conduciendo el equivalente en peso de un adulto, lo que a su vez aumenta el consumo de combustible. Es más eficiente planificar las visitas a la gasolinera de manera que siempre se tenga suficiente combustible, pero no una cantidad innecesaria.
Preguntas frecuentes
Un aumento repentino del consumo de combustible indica una avería. Hay numerosas causas posibles, por ejemplo, un defecto en el sistema de admisión o en el sistema de encendido o de escape.
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Si el consumo de combustible alto no se debe a un defecto, hay varias formas de ahorrar combustible. Te las resumimos: utiliza el aceite de motor adecuado y cámbialo con regularidad, conduce de forma defensiva en lugar de “deportiva”, evita cargas innecesarias, asegúrate de tener una buena presión en los neumáticos, no dejes que el aire acondicionado funcione de forma innecesaria y recuerda siempre que, al repostar, también estás conduciendo en función del peso del combustible.
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La calefacción auxiliar, el aire acondicionado, la tracción total, el convertidor de par automático, la baja presión de los neumáticos, las cargas pesadas y la resistencia al aire causada por los cofres de techo aumentan el consumo de combustible en los coches. Además, numerosos defectos pueden aumentar el consumo de combustible.
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La fórmula para calcular el consumo de combustible es: cantidad de combustible consumido (en litros) x 100 / distancia (en km). Ejemplo: con 20 litros de combustible has recorrido 280 km. ¿Cuánto combustible se ha consumido por cada 100 litros? Cálculo: 20 l x 100 / 280 km = 7,1 l / 100 km. El consumo fue, por tanto, de 7,1 litros a los 100 kilómetros.
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